25/10/10

El Final


Hay veces que con querer no basta, hay que hacer. Así que luego de tantas complicaciones ellos llegaron a la pirámide mas vieja de la historia, aquella que las civilizaciones actuales aún no conocen, aquella que se encuentre en el corazón del Cairo. Y tanto sacrificio tuvo su recompensa puesto que todos consiguieron lo que anhelaban, pero mejor les contare lo que sucedió allí.
El grupo completo llegó a la pirámide y allí adentro se separaron por primera vez, cada uno tomó el camino que creía necesario para encontrar lo que buscaban. Lucila decidió caminar sola, puesto que tenía demasiadas dudas y no quería ser influenciada por otros. Así que transitó por aquellos oscuros pasadizos, la energía la guiaba y le mostraba el camino, le indicaba donde había un atajo secreto que la condujese, estaba como en trance guiada solo por el instinto. Y así llego a la antesala donde se escondían los secretos de Toth, y, bañado en oro, estaba el libro escrito por él con la gran sabiduría del universo.
Lucila leyó y leyó hasta que encontro el hechizo, la convinación exacta para terminar con aquel tormento, y tan segura estaba que lo recitó sin miedo, sin titubear. Lo que ella no sabía es que dejar la deidad duele, el dolor se apoderó de su cuerpo, de sus músculos, de sus huesos, de cada una de sus células. La única forma de acabar con él es la muerte, pero si te matas todo sería en vano porque reencarnarías y seguirías recordando todo. El miedo se apoderó de ella, y su voluntad flaqueo y estaba por rendirse cuando vio a  Damon entrar en el recintó. 
Quizo gritarle pero la voz no salía de su cuerpo, no quería decirle que lo amaba, sino que no lo hiciera, que no realizara lo que había ido a hacer... No temía por Damon...Temía por él...
Pero Damon lo hizo, comenzó a buscar frenéticamente en el libro de la sabiduría, solo cuando encontró lo que buscaba se dio cuenta de la presencia de Lucila, y corrió a ayudarla, pero no había nada que hacer por ella salvo matarla.
Damon: Deja que te mate, entonces podrás terminar con este dolor, y cuando renazcas yo voy a estar esperándote para estar juntos, si morís vas a poder volver conmigo, y estaremos por siempre juntos.
Ella se negó y resignado Damon convocó al Dios del Poder, quien se hizo presente inmediatamente. Al verla retorciéndose en el piso quiso correr a ayudarla,  pero ahora él estaba destinado a una pelea mágica a muerte por el Poder, y solo al morir o matar podría terminar con ello. El Dios sabía que Damon era demasiado fuerte y que ganarle le llevaría mucho tiempo, por lo que decidió no enfrentarlo, y dejo que Damon lo hiriera hasta que él recibió un golpe mortal, coronándose ganador Damon y rompiendo el hechizo que le impedía al Dios ir por aquella muchacha.
Mientras tanto Lucila vio como aparecía ante ella el hombre de sus sueños, pero como siempre no podía ver su rostro, solo veía que Damon lo estaba matando, ya no quería que acabase ese dolor, porque el dolor le permitía estar allí y poder descubrir al fin a ese hombre misterioso, al hombre al que amaba realmente, porque había comprendido que por mucho que quisiese a Damon jamás lograría amarlo... Por que ya sabía quien era el hombre de sus sueños y quería confirmar que no se había equivocado y que en todo ese tiempo nada había cambiado en su sentir. Quería detener a Damon, que no lo mate, ¿Por qué su amado no se defendía?
Cuando el Dios cayó derrotado ella junto las pocas fuerzas que tenía para acercarse a él mientras él intentaba lo mismo, vio su rostro y le susurró aquellas palabras que solo cobraban sentido con él: "TE AMO". "Y yo a vos Lu" fue su respuesta. El miedo a perderlo la invadía, pero la felicidad de estar a su lado también, ¿acaso había mejor final que terminar juntos?
Y la muerte los encontró allí, el final de dos dioses unidos por el amor. Es tan extraño ese sentir que por infinitas reencarnaciones siguieron reencontrándose y amandose, jamás separandose y afrontando los diferentes problemas que sus diferentes vidas le ponían por delante, pero siempre juntos. Los demás del grupo consiguieron lo que habían buscado.
Yo supe todo lo que ella sentía porque el miedo siempre estuvo allí hasta el final, y por eso puedo contarles como terminó. Hoy sigo esperando a un nuevo portador, a alguien que quiera ser deidad, pues los humanos no saben que la verdadera deidad esta en ellos, y que no nos necesitan a nosotros para dominarnos.
Lucila y Nicolas son la viva imagen de ello, ella le da el poder de enfrentar todo, y él gana gracias a la confianza que siente con ella, mientras que él le da la seguridad que ella cree perdida, dándole el valor de luchar siempre por lo que siente. De encontrar dentro de uno lo que siempre buscamos fuera.

12/9/10

El Limbo

No sé bien que día es, estuve internada e inconciente por bastante tiempo, pero si sé que es lo que pasó.
En el Sahara hay un sector denominado "El Limbo", donde los fantasmas del pasado atacan cruelmente, el daño que uno cometió, el dolor que se infligió se materializa en el cuerpo de uno. El Limbo varía  su ubicación dentro del desierto y se lo reconoce por "Los guardianes del pasado", los arqueólogos  que vi eran ellos, su deber es almacenar el dolor corporal que emitimos al ser atacados, esta energía es una de las mayores del universo, es la que mantiene el orden cósmico, es la que permite que los planetas permanezcan en sus órbitas, la que une los átomos en las moléculas, esta energía es esencial y brota naturalmente de nuestros cuerpos, cada vez que sentimos (alegría, dolor, miedo...) se manifiesta naturalmente, pero al provocar y forzar la emisión de esta forma la energía se quintifica.
Y era allí donde estaba y eran eso las sombras, las almas de quienes asesiné, los actos incorrectos de mi vida que volvían a torturarme, a producirme dolor, a robar mi energía.
Ellos me atravesaban, desgarrando mi carne, sentía brotar mi sangre, cálida, espesa, caía en el piso lentamente, oía el incesante goteo, las manchas que iban depositándose desaparecían al instante en una nube negra. El dolor era insoportable, pero no había nada que supiese para evitarlo, ¿Cómo golpear un fantasma? no había poder, hechizo nada que los detuviese. Ni siquiera podía silenciarlos, pero ya no les temía, después de todo yo era el miedo. Sabía que la única forma de salvarme era escapando del Limbo.
Así que concentré lo que quedaba de mi energía y caminé tranquilamente fuera de allí, iba despacio, como si estuviese en un trance consciente, tratando de emitir la menor cantidad para que no me la roben, para no desvanecerme y perder mi vida allí. Pero al verme los arqueólogos intentaron detenerme, estaba cansada y no podía pelear  contra ellos mientras sangraba incansablemente. Quizá fuese el fin, en verdad me importaba poco si lo era o no, me daba igual.
Comenzó el mareo, mis piernas comenzaron a  debilitarse y caí. Lo último que recuerdo antes de perder el conocimiento es a Damon.
Ahora seguimos en la carpa, la tormenta de arena aún no acabó. Damon no me habla, no entiende que haya sido tan imprudente, que haya hecho lo que hice, que me haya ido así, no entiende el desprecio que siento por mi vida y porque la arriesgo así, porque quiero olvidar en vez de crecer y seguir. Él no entiende, él es un egoísta que quiere que me quede a su lado por mucho que me duela el recordar
Él es realmente fuerte, en El Limbo él también sangraba, pero es más poderoso y me rescató. Es una suerte que no le haya pasado nada, esa culpa hubiese dado mucha energía allí. Y como él es tan fuerte no entiende mi debilidad.
Quería abrazarlo, quería sentir que me perdonaba, pero no podía pararme ya que seguía demasiado débil. Cuando duermo se que está al lado mío, siento sus caricias o quizá solo sea mi deseo de que así sea. Estoy tan confundida, no quiero separarme de él, pero no quiero seguir siendo una Diosa. Las voces no se han terminado de callar por completo, aparentemente soy mas sensible de lo normal ante lo paranormal (Irónico, ¿verdad?) y por eso siento el efecto  cuando el resto no.
Trato de no pensar en que decisión tomaré, llegado el momento mis sentimientos me indicarían el camino. Luché mucho por la inmortalidad eterna y ahora que la conseguí no sé si la quiero. Pero si sé que quiero y demasiado a Damon.

6/9/10

Día 8: Dolor, sangre, silencio y miedo.

Este día fue realmente inútil. Estamos encerrados acá, la tormenta de arena parece no acabar, todo se tambalea peligrosamente a pesar de los conjuros de Al. Estoy aburrida, quiero hacer lo que vine a hacer de una buena vez por todas, quiero mi mortalidad, quiero el olvido, quiero volver al cero...
Estar tan inactiva me vuelve loca, todos hablan, hablan demasiado, ¿por qué no respetaran la belleza del silencio? ¿Por qué se gastan en hacer planes sobre cosas que no sucederán? El futuro es tan incierto, y este viaje es la prueba de ello, ya debería haber terminado todo y todavía no logramos empezar. El destino siempre cambiante, los pensamientos siempre arremolinados que van de un punto a otro sin decidirse... Quiero que todo eso termine, no quiero estar todo el tiempo tratando de entender que siento, que deseo, quiero descansar, quiero que todo pase y volver a la tranquilidad, quiero que se callen y dejen de hablar, ni siquiera entiendo que dicen, que quieren. 
Todo el tiempo pienso en Nico, y en Damon. En el momento en que se enfrenten por el Poder. No quiero verlo, pero seguramente también deberé enfrentarlo. Miro a Damon y pareciera que mis pensamientos se enriedan aún más, como si estuviese en un laberinto sin salida, como si fuese el Minotauro, encerrado allí por la eternidad, hasta que la muerte lo liberase de ese infierno sin principio ni final. ¿Acaso la Ariadna de este cuento no ayudará al Teseo que liberará mi mente y alma?. ¿Por qué no pueden silenciarse todos?
Debe hacerlo antes que las aguas profundas de mi alma se calmen, porque al estar cerca de Damon, al crearse nuevamente ilusiones, temo que quizá, mi racionalidad se vea afectada por el maldito sentimentalismo y me arrepienta de hacerlo, pero es la única solución, es la única forma de borrar a Baltazar, a Nicolás, a mis padres, a mis vidas pasadas, todas y cada una de ellas... Es la única forma de calmar mi mente de culpas tan antiguas como las estrellas, de olvidar problemas ya sin solución, de terminar para empezar, aunque deba renunciar a Damon.
Él esta sentado cerca mio, serio, preocupado, algo lo inquieta aunque no se si sabe qué es. Por momentos creo que él es el amor de mi vida. Si lo fuese... Por mas que muriera el volvería a encontrarme y estaríamos juntos igualmente. Eternamente. ¿No sería así? No me debería de preocupar. ¡Solo quiero que por un maldito minuto nadie hable!
¡Ojala se callaran de una vez! Debo salir de acá. Debo aprovechar ahora que Damon no esta en esta habitación.
                                                                    ******
A pesar de la tormenta, salí, no pudieron detenerme, estuve caminando un rato largo, sin sentido, sin dirección. Realmente la tormenta es brava, apenas podía mirar, demasiada arena. Quise emprender el camino de regreso pero no lo encontré, por suerte encontré un campamento, que me dieron alojamiento. Son arqueólogos, y quedaron varados en medio de la expedición. Pero por mas que ahora duermen todos sigo escuchando voces, gente que habla, gente que me dice que debo hacer, que no, que me piden ayuda, que quieren ofrecerme la suya, voces, voces, voces... CALLENSE
¿No se enteran de que ya no quiero escuchar? A nadie, sobre nada.

¿Me habrán escuchado que de repente solo se siente el sonido del teclado? Tranquilidad, hermosa y deseada tranquilidad. Creo que alguien viene a decirme algo, alguien viene a interrumpir esta hermosura, veo su sombra oscilante de un lado a otro del portal. ¿Qué pasará? ¿Por qué siento tanto miedo? ¿Es por el silencio, o por las sombras? no es una, son muchas, son muchas y oscilantes, las veo reflejadas en mi monitor, tienen rostros y mueven los labios como tratando de advertirme, tengo miedo, las lágrimas a penas me dejan ver, pero no son transparentes, son rojas, acaso es...
Por alguna razón el monitor se empieza a teñir de rojo, todo me duele, es mi sangre, es mi carne la que se desgarra, pero no hay nadie, solo sombras, solo silencio. Ni mi voz se puede escuchar, no puedo hablar, no puedo pedir ayuda... ¿Qué pasa? 
Debe ser el fin, todo va a terminar así, pero no sin batalla.






Damon... sabé que...




6/8/10

Día 7

Ayer dormimos todo el día, me levanté justo antes de que el sol comenzara a asomar, todo estaba en absoluta calma, miré a Damon, dormía tranquilamente, pero me sujetaba con firmeza a su pecho, me incorporé y lo besé mientras le corría el cabello de la cara. No se inmutó, siguió durmiendo y yo me quedé mirándolo. Sentí ruidos, las luces se prendieron y lentamente se levantaron mis compañeros de cuarto, mientras los saludaba y los veía incorporarse.
Cuando me di cuenta Damon ya se había levantado y cambiado y estaba dándole instrucciones a todos. Apenas si me miró. Una gran furia me invadió, quería gritarle que era un imbécil, pero pude controlarme y lo imité, si iba a jugar a que no pasó nada yo también jugaría, pero sería lo último que pasaría.
Nos encontramos abajo con Al y Lu y desayunamos.
Al: Estás rara, ¿qué pasó?
Yo: Nada, ¿qué pudo pasar si estuvimos encerrados en esa habitación todo el tiempo?
Al: Nosé... ¿hubo problemas?
Yo: Si, me tocó dormir con Damon, es la ultima vez, la próxima me pido una habitación para mi sola, no quiero estar cerca de ese idiota.
Miré de reojo a Damon, pero él no me miraba, esperaba que lo hubiese escuchado pero sinceramente si lo hizo o no jamás lo sabría, ¿por qué era tan duro? ¿a que le temía tanto?
Una vez terminado el desayuno consiguieron una avioneta para viajar sin escalas hasta África, ¿cómo la consiguieron? era mejor no saberlo.
Las turbulencias me mareaban, no se estaba quieto ni por dos segundos. Me levanté y fui a los controles, obviamente conducía Damon y Demian le hacía de copiloto.
Me paré a su lado para descargarme diciéndole lo mal que manejaba y lo inútil que era, pero parecía no escuchar, y cuando terminé de recriminarle me miró friamente, me fulminó en esa mirada, y se paró, Demian rápidamente ocupó su lugar mientras que Damon me tomaba fuertemente del brazo y me arrastraba hasta la otra punta del avión sin decir nada. Cuando Al nos vio comenzó a gritarle que era un bruto que me dejase, pero la mirada que le dirigió a ella fue aún mas fría y peligrosa, por lo que nadie se atrevió a decirle nada.
Damon: ¿Se puede saber que mierda te pasa?
No sabía que contestarle, tenía muchas ganas de llorar y no pude contenerme. Damon parecía desconcertado. Respiró profundo e intentó suavizar su voz, pero no lo logró demasiado bien porque seguía notandose el enojo.
Damon: Lucila, ¿qué pasó?
Entre sollozos le explique que me lastimaba su indiferencia.
Se acercó a mí, demasiado cerca, me secó las lágrimas. "Soy así Lu, no sé como no ser distante, pero nunca me alejaría de vos, ni me avergonzaría de que me vean a tu lado". Por alguna razón incompresible de mi sistema lloré aún con mas fuerza mientras me abrazaba y me pegaba a él. Él me devolvió el abrazo a la vez que acariciaba mi cabello. Parecía no importarle mi comportamiento infantil, simplemente se quedó conmigo hasta que me tranquilizé, luego se apoyo sobre la pared y se dejó caer hasta el piso, obviamente me senté a su lado.
Damon: Es evidente que no soy quien creías, o quien necesitas a tu lado.
Parecía abatido por ello. "Si lo sos, solo que pensé otra cosa, pensé que no te había gustado..."
Damon: eso es imposible, sos especial, me gustas desde que te vi.
El avión se tambaleo mas de lo común y Luciano se acercó a llamar a Damon. Aparentemente había habido problemas con el motor y estaba fallando. Debíamos saltar.
Yo: ¿Cómo vamos a saltar si no tenemos paracaídas?
Damon me miró y se rió de buena manera, se acercó y me susurró "por suerte los vampiros tenemos alas".
Me sentí bastante tonta, todos los presentes pertenecíamos a razas que podían volar, y si viajábamos en avión solo era para no cansarnos y poder llevar mas equipaje, seleccionaron lo mas importante y abandonamos el vehículo que se estrelló lejos de dónde nos habíamos bajado.
Así que nos quedamos allí, en medio del desierto, con una aparente tormenta de arena muy próxima a nosotros por lo que buscamos refugio. Armamos las carpas y Al las hechizó para hacerlas especialmente resistente e inamovible, también la agrando para que todos quepamos juntos. Era una suerte que fuese tan buena hechicera, el viento se escuchaba realmente peligroso y me alegraba no sufrirlo directamente. Tendríamos que quedarnos allí hasta que pasara, y esto podía durar días.
James: Bueno... ¿Quién quiere jugar al truco?. Sino les puedo enseñar otros juegos, se varios...

31/7/10

Sentimientos

Y otra vez caí en tus garras
Otra vez te metiste para complicar mi vida...
Hay amor sos el mas incompresible de los sentimientos, 
Hay amor ¿qué planeas sin mi consentimiento?...

Otra vez al mirar sus ojos 
Vuelvo a creer que nací para compartir
Con él cada noche sueño
Junto a él quiero por mucho tiempo vivir

Ayudame a guardar este secreto,
Que él no se entere que estas aquí.
Y quizá en el silencio
Aprendamos a convivir.
KDV

***********



Volaba sobre las nubes, inalcanzable para todos, hasta que la noche se puso y me acosté sobre una de ellas. Era tan suave, tan cómodo que no quería irme de allí.
Miré a mi lado, y allí estaba aquel hombre misterioso.
Yo: Déjame verte, quiero conocerte.
Hombre: Yo también deseo ver el rostro de mi angel protector.
Yo: ¿cómo es que no nos vemos si tan cerca estamos?
Hombre: quizá es porque no debemos conocernos... El mundo gira de forma extraña, demasiado rápido, demasiado lento, ¿No lo crees?
Yo: Claro que lo creo, no quisiera saber todo lo que Leonidas sabe, sin embargo si quisiera saber mucho de lo que descubrió.
Hombre: ¿Leonidas? ¿Seguís pensando en Nico?
Yo: Todo el tiempo, aún no comprendo que pasó entre nosotros, es tan raro que se haya esfumado todo de un momento a otro, es tan raro que me haya sacado de raíz así como así, todos los sueños que quedaron sin cumplir... No sé que hacerlos. Y sin embargo hay un momento en que todos esos pensamientos se borran de un plumazo, al mirar a los ojos de otro hombre, al sentir su contacto su presencia... Incluso me encuentro pensando mas en él y olvidando mas a Nico, ¿acaso puede ser que deje de amarlo o que ame simultáneamente a dos hombres?
Hombre: quizá nunca amaste a Nico, quizá él solo era una obsesión, quizá te aferraste a la costumbre de estar a su lado y hacer juntos todo lo que hacían y por eso creiste amarlo. No creo que sientas lo mismo por ambos.
Yo: No, Nico era diferente, creo que lo amaba corporalmente, en cambio ahora... No lo sé, lo deseo tanto como antes deseaba a Nico, pero me preocupa mas que él se vaya, me siento completamente sola cuando él no está, lo necesito fisicamente a mi lado, necesito saber que él esta para mi, que él me cuide... Me derrite cuando me mira, hace que me tiemble todo y me siento como una nena, en sus brazos no solo siento seguridad como en los brazos de Nico, sino amor, sino apoyo, seguridad, cariño. A su lado siento tantas cosas que me es imposible explicártelo...
Hombre: No necesitas hacerlo, hace poco conocí a alguien y me pasa exactamente lo mismo, por primera vez me preocupa la seguridad de otra persona, o sus deseos, por primera vez tengo miedo de perder a alguien. Es una sensación muy extraña, pero es maravilloso, aunque aterrador, pero se que ella vale la pena.
Su rostro se iluminó, por fin sabría quién era, expectante me incorporé un poco para verlo mejor, sabía que a él le estaba pasando algo parecido, pero cuando el sol se puso completamente y dejó su rostro al descubierto, vi a Damon que me miraba, un ruido sordo nos había despertado.
Estaba inquieta, estuve tan cerca de conocerlo y en un segundo todo se había esfumado.
Yo: ¿qué fue eso?
Damon: No sé, aparentemente algo se cayó, dormí tranquila, no va a pasar nada aca.
Yo: Siempre que duerma con vos dormiré tranquila.
Lo besé suavemente y me acurruqué en sus brazos, sabía que esa noche no vería el rostro del hombre de mis sueños, pero no me importaba, porque todo el tiempo ansiaba ver el rostro del hombre en mi realidad, todo el tiempo ansiaba ver el rostro de Damon...

29/7/10

Día 5


Al llegar a nuestro campamento todos estaban de buen humor, Damon no dio explicaciones, comenzó a levantar todo para partir inmediatamente de allí, yo intentaba explicar lo sucedido pero todos estaban nerviosos, gritando y sin escucharse. Al estaba histérica al ver mis heridas y solo quería curarme, y no podía detenerla y avisarle que no había tiempo para ello.
Una vez empacado todo Damon comenzó a caminar, no se hacía donde quería ir, no podíamos volver al claro del bosque, por lo que supuse que volveríamos a la playa, pero sin embargo camino en una dirección opuesta a todo esto. Por alguna extraña razón todos los seguimos sin decir palabra alguna. Cuando ya estábamos todos exhausto y sin fuerzas paramos a descansar. 
James tomó el planisferio que Damon le alcanzaba, la noche comenzaba a ponerse sobre nosotros.
James: Primero debemos mirar el cielo.
Y sin explicaciones subió velozmente un árbol, y bajó rápidamente.
James: ¿Hace calor, no?
Todos asentimos sin saber bien que pretendía.
James: Eso supuse, como estamos en verano y acabo de ver a Orión, significa que estamos en el hemisferio norte. Según mi reloj marca las 8 am pero es claro que es de noche, así que si son las 8 am en la ciudad de la cual salimos... y acá serán aproximadamente las 11 pm...
Susurró un montón de cosas inentendibles para mi, y sobre el planisferio hizo sus cálculos.
James: Yo diría que estamos en algún lugar de la isla de Tazmania, diría que por el clima, mmm si, yo diría que estamos aquí.
Puso su dedo sobre una de las costas, eso significaba que las Sirenas nos podrían haber dejado en Egipto de pasada, como iríamos hasta allí creo que nadie lo sabia. James y Damon se sumergieron en un largo debate sobre que camino deberíamos tomar para llegar rápidamente a una ciudad, las ventajas de ser seres mágicos era que podíamos recorrer kilómetros en muy poco tiempo. Cazamos unos animales para cargar fuerzas y seguimos a Damon y a James, fuimos lejos de los Elfos y lejos del mar de las Sirenas.
Y corrimos y corrimos hasta llegar a una ciudad. Por suerte habíamos salvado dinero, y cansados de tanto alboroto fuimos a un hotel a hospedarnos. Si fuese por Damon el controlaría a todos los humanos para conseguir todo gratis y fácil, pero el resto se opuso a su idea. Al y Luciano se pidieron una habitación para ellos solos, y el resto fuimos a parar a otra habitación en la cual había una cama matrimonial y tres simples. No hace falta que aclare como nos dividimos, pero no me preocupe por ello, llené el jacuzzi con agua y mucha espuma, en verdad era mas espuma que agua, y me sumergí en mis pensamientos, tratando de bloquearlos para que nadie los leyera. Y me quedé así por un buen rato.
Salí de ellos cuando Damon entró como si tal cosa, y se sentó en el inodoro. 
Damon: Me tienen harto todos, se que son tus amigos, pero no sé para que están acá, no los necesitamos, quizá a James si, pero al resto...
Yo: Estas muy tenso, ¿lo sabías? Tenes que disfrutar mas.
Damon: Claro, la proxima vez que estemos a punto de morir voy a pensar que estoy en un spa.
Yo: ¿Por qué no te metes acá conmigo? capaz que te hace cambiar la cara.
Comenzó a desvestirse y me arrepentí de haberlo dicho, cerré los ojos por instinto hasta que lo sentí al lado mío, cuando los abrí el estaba con los ojos cerrados al lado mío, estaba realmente tenso, tome su mano y me miró, no pude evitar sonrojarme, lo cual generó en él una sonrisa franca y relajada.
Antes de saber que sucedía nuestras bocas se fundieron en un tierno y apasionante beso, y antes de que quisiera evitar sentirlo supe que me estaba enamorando, y que lo dejaría que me hiciera suya por completo... 







19/7/10

Día 4

Salimos del trance al escuchar una hermosa melodía, provenía de la espesura del bosque. Con Damon no lo dudamos, éramos almas inquietas y nos gustaba demasiado saber todo sobre todo. Como siempre Damon se adelantó a mis pensamientos, me tomó de la mano y corrimos hacia la música.



No sé que habrán pensado nuestros compañeros, pero no nos siguieron, quizá ellos ni lo escuchaban.



Llegamos a un claro en medio del bosque, y escondidos entre los árboles vimos una hermosa fiesta. El fuego centellaba con fuerza a pesar de la lluvia intensa, los seres bailaban y desprendían una alegría sorprendente. Hombres y mujeres eran totalmente hermosos, su belleza era inigualable, parecían tallados por los dioses, sus orejas eran extrañamente puntiagudas, sus narices perfectas, su piel blanca y sus mejillas rosadas parecían brillar mágicamente, sus ojos eran claros y penetrantes, alegres y despreocupados.



Los miraba maravillada hasta que sentí una mirada demasiado penetrante  clavada sobre mi, mire a Damon extrañada.



Yo: en estos momentos quisiera ser yo quien lee tus pensamientos.



Damon: no me los estas dejando leer. Y eso me intriga mucho, los Elfos son realmente extraños, ¿no te parece?



Yo: yo diría más bien que son magníficos, hermosos, finos, exqui…



Damon: No desearía ser uno de ellos. Salvo por tu evidente fascinación al verlos.



Yo: ¿qué quiere decir eso?



Damon: ¿qué cosa?



Parecía incómodo, cómo si hubiese hablado antes de pensar, dio media vuelta para irse, pero se detuvo y se giró hacia mi, pero no era a mi a quien miraba, así que giré también y observé a un grupo de elfos rodeándonos pero ya no  parecían nada amistosos.



Damon: No se preocupen por nosotros, ya nos vamos.
Lo dijo fríamente y en ese momento hubiese querido que fuese mas amigable.



Elfo1: Acaban de presenciar un ritual religioso para nuestros dioses, y eso no podemos permitirlo.



Nos rodearon y nos atacaron, Damon era muy fuerte pero ellos eran demasiados, y aunque parecía que él solo podía ganarles fácilmente lo atravesaron con un pedazo de madera y lo debilitaron. Yo también estaba golpeada, pero mis esfuerzos habían sido completamente en vano, no había matado a ninguno de nuestros atacantes, y la gran cantidad de muertos en el bosque había sido gracias a Damon. Así que terminamos atados dentro de unas carpa, fue una suerte que no nos matasen en ese momento, sino que esperaran al siguiente atardecer para ofrecernos a sus dioses.



Damon estaba pálido, y su piel medio resquebrajada, estaba acostado sobre un costado de su cuerpo y no me dirigía la mirada. Intentaba desatarse pero los nudos eran demasiado fuertes y parecía casi imposible.



A mí en cambio me habían atado a un palo que servía a su vez para sostener la carpa, y no podía acercarme a él, y como estaba amordazada no podía ni siquiera decirle que eso no era su culpa, porque sabía que eso era lo que pensaba.



Algo en el ambiente creaba una atmósfera somnolienta y me estaba durmiendo, me desperté cuando escuché un gritó, Damon se había sacado la estaca que tenía clavada y con sus últimas fuerzas la había utilizado para cortar las sogas de sus manos. Luego se incorporó y terminó de desatarse. No se de donde sacaba las energías pero vino hasta donde estaba yo y me liberó. Se asomó, por fortuna y lamentablemente el sol estaba en todo su esplendor, lo cual significaba que los elfos dormirían y que podíamos escapar tranquilamente, pero nosotros somos vampiros y también nos perjudicaba, y Damon estaba demasiado débil para soportar el trayecto hasta nuestro campamento antes de que anochezca. Me mordí la muñeca y la hice sangrar bastante y lo obligué a Damon a beberla, como no era sangre de humano no lo ayudaría mucho, pero por lo menos lo ayudó minimamente y su piel volvió a lucir espléndida como siempre.



Emprendimos el regreso al campamento, los árboles nos amparaban del sol calcinante. Pero tuvimos que detenernos a mitad del camino a descansar. Nos sentamos bajo un árbol agotados, Damon apoyado contra él y yo entre sus piernas apoyada sobre él, sus brazos me rodeaban y sentía su respiración cerca de mí, y comprendí que el amor estaba jugando otra vez conmigo, presentándose cuando lo único que buscaba era morir, ¿Acaso ahora que estaba a su lado desearía hacerlo?, necesitaba saber que sentía él, y esperé que se adelantara a mi como siempre, pero aparentemente bloqueaba mis pensamientos o él estaba demasiado agotado para leerlos. Pero teníamos otros problemas que resolver ahora, no podía pensar en eso, no podía morir en manos de los elfos  esperar a crecer nuevamente para intentar dejar de ser deidad, debía conseguirlo y para ello tenía que vivir por lo menos un tiempo más.
Damon se paró, dijo que sería mejor que cazásemos algo y siguiéramos para prevenir a nuestros amigos. 
Damon: ¿ Qué es lo que pensaste que querías que supiese pero no me dejaste leerlo?
Su pregunta me tomó por sorpresa, sobre todo porque no me animaba a formularla y escucharla de mis labios. Así que me limité a abrazarlo.
Damon: todavía no estamos a salvo, y si te pasara algo no me lo perdonaría, tenemos que salir de acá.






Pero a pesar de sus palabras él tampoco rompió el contacto, y nos quedamos en silencio, disfrutando de estar solos, de estar juntos en la tranquilidad del bosque, en la intranquilidad de ser atrapados, en la indiferencia hacia el mundo, en la importancia de estar juntos.